domingo, 27 de mayo de 2012

¿Qué queremos recordar?

Las fiestas patrias son una oportunidad ideal que encuentro para poder reflexionar sobre la historia que "recibimos" y ser críticos sobre ella en el mejor de los sentidos. En general, los alumnos llegan al colegio secundario conociendo prácticamente lo que ocurrió el 25 de Mayo de 1810 pero sin sentarse a reflexionar porque en primaria los objetivos son otros.

Este fue mi segundo año que tuve que preparar el acto de 25 de Mayo en colegios distintos y con grupos diferentes pero el planteo que hice fue el siguiente:

Primero armé la reflexión con los chicos y les hice escribir en forma individual por qué creen que es importante conmemorar el 25 de Mayo y qué valores piensan que son dignos de destacar. En grupos donde vimos la Revolución de Mayo como parte de nuestro programa hice preguntas un poco más profundas como ¿deberíamos seguir conmemorándolo? Más allá de la diversión del feriado, ¿se merece esta revolución un día para sí? Dentro del aula, invité a los chicos a que intercambiaran opiniones con un compañero y llegaran a una conclusión juntos. En grupos más grandes los agrupé de a 4.

Segundo, les propuse a los chicos hacer estas preguntas a otras personas. Preguntamos a padres, personal docente y no docente, personal directivo y a alumnos del colegio de primaria y secundaria. 

Tercero, cada grupo o pareja reunió la información y a partir de ella elaboramos todos juntos un discurso para el acto y, sobre todo, diseñamos formas de divulgar esas ideas. En un colegio los chicos diseñaron posters para colgar en los pasillos. En otro, hubieron posters que decoraron el salón de actos y además escribieron las frases más célebres en cintitas celestes y blancas que repartieron a modo de escarapela a los alumnos del colegio. 

Cuarto, además cada grupo estuvo a cargo de la elaboración de una parte del "acto" en sí: libreto, actores, escenografía, disfraces, coordinación, distribución de asientos, discurso, etc. 

Me parece muy divertida la oportunidad que nos dan estas fechas de frenar un poco antes del feriado y preguntarnos si esto que recordamos nos ayuda a ser mejores ciudadanos y qué es lo que queremos recordar, más allá del mensaje político teñido con intereses de turno. La construcción crítica de este tipo de actividades es invalorable.

viernes, 25 de mayo de 2012

¿Trabajo en parejas? ¡Sí!


Tema complicado: la crisis de la Iglesia Católica en los siglos XIV-XVI. Por un lado, es un tema que es muchas veces dejado de lado por el curriculum oficial y reducido a la Reforma Protestante. Por el otro, trabajo en un colegio católico y a los directivos les interesa que este tema se enseñe con un poco más de profundidad. 

Lo que planifiqué fue estimular a los alumnos para que se den cuenta de la situación eclesiástica en este período y brindarles la oportunidad de examinar las soluciones. Esto me llevó a armar un texto con preguntas cada tantos párrafos para chequear comprensión. 

Nada fácil.

No sé cómo, pero de pronto me llegó esta idea: les dije a mis alumnos que se sentaran en dos filas de dos bancos cada una, como muestra la figura. 


Cada tanto, yo decía "cambio" y los que estaban sentados en las filas internas rotaban. 



Dudas que pueden aparecer:


1) ¿Qué sucede si deferentes alumnos trabajan a distinto ritmos? Esta no es una cuestión menor. La diferenciación en el aula es muy importante. Sin embargo, esta actividad no implica favorecer las diferencias de ritmo sino, por el contrario, en general se trabaja de manera coordinada porque los alumnos tienen que "alcanzar" a sus parejas. Es muy interesante como ésta solución surgió espontáneamente. Hice esta actividad en dos grupos y en los dos ocurrió lo mismo: los alumnos menos rápidos y con algunas dificultades de aprendizaje pudieron aprovechar el trabajo con alumnos más rápidos. A lo que sí hay que estar atentos es que los alumnos con dificultades no copien de los otros sino que busquen trabajar juntos. Ocurrió a veces que cuando rotaban un alumno ya había hecho, por ejemplo, la pregunta 3 y le explicaba a su nuevo compañero qué había respondido. Su compañero tenía la oportunidad de reflexionar sobre esa respuesta y decidir si aceptarla o aportar algo. Estuve atenta a estas situaciones para promover el intercambio de ideas y que no se acepte que porque una respuesta esté escrita significa que está bien. 

2) Un problema típico de trabajo de ados es que uno puede estar haciendo todo el trabajo mientras otro alumno juega.  Dado el elemento dinámico de esta actividad, era difícil que se presentara esta situación. La mitad de la clase se está moviendo. Incluso ocurrió en un grupo que eran impares entonces en algún momento los alumnos rotadores iban a trabajar solos. Por último, como dije anteriormente, el docente tiene que estar atento a moderar estas situaciones. 

3) Moverse por la clase es disruptivo. Para nada. Hice esta actividad en clases de mujeres solas y varones solos y resultó muy buena. El movimiento es parte de nuestra cotidianeidad y es importante plantear el movimiento en la clase de historia. En el momento de estar sentados, estaban muy concentrados y tenían momentos de desconcentración únicamente cuando se movían. Fueron como mini recreos muy cortitos. Los invito a leer más actividades de este tipo aquí (en inglés).

En conclusión, fue una actividad muy linda y brindó a los alumnos la sensación de haber llegado al objetivo. Pudimos hacer un plenario al final de la clase. 

martes, 8 de marzo de 2011

Memoria

Aquí está el sitio de una sección del Ministerio de Educación de la Provincia de Buenos Aires que se dedica a plantear lineamientos y metodologías para la enseñanza de la historia en la memoria y la historia reciente. Yo no estoy del todo de acuerdo porque se concentra únicamente en la dictadura argentina de los años 1976-1983 y me parece tendencioso (al respecto escribí aquí -en inglés-). Sin embargo, me parece que como inciativa (más allá de que sea una cuestión política o no) es satisfactoria, especialmente porque trabaja cerca de los Institutos de Formación Docente de la provincia.